viernes, 8 de septiembre de 2017

La Bakaladera


   Aunque hay algunas lagunas, debidas a la edad, también recuerdo la época de blanco y negro en la que me tocó vivir.
   Cuando las bacaladeras eran especie de herramientas para cortar el bacalao, y no después, cuando se inventaron las maquinitas esas en las que metes la tarjeta del banco y te sacan los ojos.
   Pues bien, recuerdo una de las tiendas que había en mi calle, y calles aledañas. Antes de pasar a llamarse Ahorramás, era la tienda de Cá Emilio.
   Decía tu madre vete a ca Emilio y compras el pan.
   En Casa de Emilio, siempre le recordaré con la bacaladera.
   No como las bacaladeras de ahora, que solo y exclusivamente te sacan el dinero, sino con una de verdad.
   Hay que ver cómo cortaba el bacalao ese hombre...
   Después de cerrar la tienda hará más de veinte años, y los que la cogieron después ( he dicho la marca antes, y ya me da un poco de pereza ), también cerraron, y ahora son pisos.
   Le vi el año pasado y le saludé. Claro el hombre no se acordaba de mí después de tantos años.
   Le dije que a mí me llamaban el Juanín, y que era hijo de la señora Pilar, y se acordó de mí.
   Fue memorable. Incluso tengo yo mas canas que él.

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