Simplemente es por decirlo de alguna forma suave, una auténtica cabronada, que se juegue con el maíz, el trigo, la cebada o cualquier otro tipo de cereal, necesario para la alimentación, y que se engorde su precio en los mercados, mientras muere a diario cada día más y más gente.
Es diabólico, incluso que nos quieran vender la moto con los biocombustibles, cuando en vez de ser transgénicos, podrían ser aptos para el consumo humano, y si no solucionar el hambre en el mundo, al menos reducirla en lo posible.
La imbecilidad humana no tiene límites.
martes, 8 de marzo de 2011
Cuestiones geoestratégicas
Cuestiones geoestratégicas.
Ultimamente, al Imperio no le ha ido demasiado bien, con las guerras. Eso es lo que nos hacen creer.
Indefectiblemente, desde la guerra de Corea, pasando por Vietnam, y aún no terminando con Afganistán, ni con Irak, se puede combrobar, que el sentido real de ganar una guerra, queda muy lejos de invadir con soldados un país determinado, y hacer ver a los demás, que han ganado la guerra.
Las guerras actuales, se ganan situando a tus empresas en los países supuestamente invadidos. Mejor dicho, no invadidos, sino pacificados convenientemente, instaurando una pseudodemocracia afín al Imperio.
El petróleo de Irak, está vertiéndose directamente a los petroleros americanos.
El rollo macabeo que nos intentaron vender, sobre que Bin Laden estaba escondido en las montañas de Afganistán, fue una auténtica mentira. De lo que se trata, es de proteger el superoleoducto que pasa por allí, y alimenta a Europa de rico gas natural, junto a otro que alimenta a Europa de rico petróleo. Intereses geoestratégicos.
Lo siguiente es "armar" a los llamados rebeldes, para hacer derrocar el gobierno del "monstruo de la jaima".
La verdad de todo esto, es hacerse con el control del rico petróleo libio. De esta forma, las compañías extractoras españolas, han sido convencidas de que allí, ya no tienen nada que pintar. Hoy se les ha dado la oportunidad de explotar yacimientos en Alaska, como contraprestación. Lo malo de todo este tema, es que China y Rusia, también tienen allí, muchos intereses creados, con lo cual no creo que sean tan fáciles de convencer, como a las empresas extractoras españolas de petróleo.
Si el líder libio, no es defenestrado por los rebeldes, lo será por la fuerza militar de la OTAN, tanto si hay una resolución de la ONU al respecto, como si no. El Imperio es el que manda, y es quien nos cuenta la película sobre los malos y los buenos.
Huelga decir quiénes son los malos, y quiénes los buenos.
Ultimamente, al Imperio no le ha ido demasiado bien, con las guerras. Eso es lo que nos hacen creer.
Indefectiblemente, desde la guerra de Corea, pasando por Vietnam, y aún no terminando con Afganistán, ni con Irak, se puede combrobar, que el sentido real de ganar una guerra, queda muy lejos de invadir con soldados un país determinado, y hacer ver a los demás, que han ganado la guerra.
Las guerras actuales, se ganan situando a tus empresas en los países supuestamente invadidos. Mejor dicho, no invadidos, sino pacificados convenientemente, instaurando una pseudodemocracia afín al Imperio.
El petróleo de Irak, está vertiéndose directamente a los petroleros americanos.
El rollo macabeo que nos intentaron vender, sobre que Bin Laden estaba escondido en las montañas de Afganistán, fue una auténtica mentira. De lo que se trata, es de proteger el superoleoducto que pasa por allí, y alimenta a Europa de rico gas natural, junto a otro que alimenta a Europa de rico petróleo. Intereses geoestratégicos.
Lo siguiente es "armar" a los llamados rebeldes, para hacer derrocar el gobierno del "monstruo de la jaima".
La verdad de todo esto, es hacerse con el control del rico petróleo libio. De esta forma, las compañías extractoras españolas, han sido convencidas de que allí, ya no tienen nada que pintar. Hoy se les ha dado la oportunidad de explotar yacimientos en Alaska, como contraprestación. Lo malo de todo este tema, es que China y Rusia, también tienen allí, muchos intereses creados, con lo cual no creo que sean tan fáciles de convencer, como a las empresas extractoras españolas de petróleo.
Si el líder libio, no es defenestrado por los rebeldes, lo será por la fuerza militar de la OTAN, tanto si hay una resolución de la ONU al respecto, como si no. El Imperio es el que manda, y es quien nos cuenta la película sobre los malos y los buenos.
Huelga decir quiénes son los malos, y quiénes los buenos.
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