jueves, 24 de noviembre de 2011

El Traspaso

   El presidente saliente, y el presidente entrante se reúnen.
   Sus respectivas esposas se reúnen, apartadas, de lo que hablan sus respectivos maridos.
   El futuro de un país, pasa necesariamente por cambiar la decoración del saloncito de té. Obviamente la consorte del presidente entrante, ve de mal gusto el color de las cortinas de los salones principales. Del dormitorio principal, mejor no hablar.
   Las decisiones importantes se toman allí. Por lo tanto, lo lógico, es que todo vaya acorde, con los gustos de los nuevos inquilinos.
   Llegado el momento de la dulce felicidad, de estar juntitos en el dormitorio recién decorado, a gusto de los nuevos inquilinos, surgen las llamadas de teléfono.
   Aquí, no hay quién folle. Digo aquí, no hay quien haga el amor en condiciones. Llama por teléfono la Vacaburra, y me dice lo que tengo que hacer, en un lenguaje ofensivo ( alemán chapurreao, como enfadada o algo... ) .
   Llama otro, diciendo que esto es lo que hay, que es el puto amo, o no sé.
   Otros que llaman y no les entiendo, que si no se qué de las primas de riesgo, o de que las cosas van mal.
   Menos mal, que no tengo los papeles que me escriben, sino, ¡ Otro gallo les cantaría !.
   Que me dejen en paz. Que cuando yo vea lo que hay que hacer, lo haré. Pues menudo soy yo, cuando me pongo a tomar decisiones.