Tal y como escribí hace casi un año y medio,
sobre el tema de la invasión alemana sobre Europa, ahora parece que el tiempo
me da la razón. Eso es lo bueno de escribir, que después de un tiempo ves que
tus propios análisis son ciertos.
Cual físico o científico que crea una
teoría, debe comprobar su veracidad para que dicha teoría sea cierta, y realice
los experimentos necesarios. Yo, un humilde hombre de a pie, también ve que lo
que escribí en septiembre de 2011, es cierto. Aunque reconozco que me hubiera
gustado que esa teoría hubiera fallado al 100%.
Y no era ningún vaticinio realizado por
algún tipo de mente calenturienta, sino por un simple examen de la realidad del
momento.
Por otra parte, tampoco era muy difícil
acertar en el pronóstico que tal y como se puede comprobar, ha sido certero.
Cupido me debes una.
Solo que esto no son flechas del amor, sino
del odio. Del odio más exacerbado.
Nunca pudieron ver a uno de la clase
inferior llevar un coche de alta gama. Nunca admitieron que las personas
pudieran tener una vivienda lo más digna posible.
Eligieron el momento mas adecuado para poner
en práctica sus malas prácticas. Y lo hicieron efectivo.
¡ Vaya que si lo
hicieron efectivo !. Los resultados a la vista están. Cuando la mayoría de la
gente está hipotecada hasta las trancas : Zas. De un plumazo. Te meto una
reforma laboral, te quito la Seguridad Social, y si tus hijos no pueden
estudiar ¡ que se jodan !, como dijo aquella hija del padre de gafas oscuras.
Y si a todo esto se le suma, el tener un
gobierno que cual Pepe Botella, está ahí solo y exclusivamente para favorecer a
los intereses alemanes
-antes franceses- , la ecuación está resuelta.
Está claro quiénes son los afrancesados en
esta época. La X está más que despejada.
En toda ecuación, cuando ya tienes a la X
despejada, el resultado es lo importante, o quizás no.