jueves, 17 de enero de 2013

Que salga el sol por Antequera


   Se supone que el principal problema de España, es el paro.
   Pero no se habla de cómo solucionarlo. Todos los días, día sí, día también, sale uno o varios casos de corrupción. Que si la independencia de Cataluña, que si Ronaldo es mejor que Messi...
   Pero lo que es intentar enderezar el país, y que haya un crecimiento real ( no de boquilla ), nada de nada.
   El caso, es pasar el tiempo, ir puteando cada día más al personal, y dentro de tres años, que salga el sol por Antequera, o por donde tenga que salir.
   Curiosamente les está saliendo bien. Y no hay nada más que escuchar a la gente en la calle. Ves a muchas personas mayores que dicen que no hay mas remedio. La gente parece resignada. Es que no queda otra opción (dicen).
   Se ha chupado mucho, y algún día tendríamos que pagarlo.
   Los más jóvenes, que suelen estar mas puestos en el tema y en otros temas, solo ven la corrupción como algo lógico y normal.
   En definitiva, es que nos estamos acostumbrando al puto miedo, al escuchar a la gente que trabaja, que han echado a este o al otro compañero sin ningún motivo. La táctica del miedo prolongado ha hecho el efecto requerido.
   La postura de un hombre de a pie como yo, escucha, ve y decide.
   Y solución hay. Hay muchas soluciones, pero ninguna de ellas coincide ni con las soluciones que propone este gobierno, ni con las del gobierno anterior. Están mas vistos que el TBO.
   Pero todo esto es en nuestro caso, ya que viendo los planes geopolíticos del Gran Imperio en el que nos calientan la cabeza con los salafistas, los yihadistas, los de Al Qaeda, o Rita la cantaora, se meten -y nos meten- en berenjenales que bajo la imposición de libertad y democracia, no hacen más que ocupar países con ricos subsuelos ( hoy petróleo, mañana uranio de gran calidad, gas natural, etc. etc. etc. ).
   Al final, el sol saldrá por Antequera o por donde tenga que salir, pero no van a pasar tres años. Esto va a acabar como el rosario de la Aurora.
   Y es lo que piensa un hombre de a pie.