domingo, 18 de septiembre de 2016

Pequeños placeres de la vida

   Esta mañana, paseando por la ciudad, he ido a dar con una plaza, llamada la Plaza del Cine.
   Me he sentado en un banco, he comprado una cerveza bien fría, y he encendido un cigarro.
   Hace buen tiempo, ni calor ni frío. Se está de cine, igual que el nombre de la plaza.
   Acto seguido he escuchado esta canción que hacía mucho tiempo que no escuchaba…
   Ha sido todo un placer. Pequeño placer, pero de qué nos serviría la vida, si no sabemos apreciar estas pequeñas cosas, que según se miren, podrían ser grandes.
   Espero que disfrutéis, como yo lo he hecho esta mañana.