No hace mucho tiempo, cuando ibas al banco a sacar dinero en el cajero ( físico ) tenían atados los bolígrafos, para que la gente no se los llevara.
Ahora tienen un boli electrónico, atado a un terminal por medio de un cable parecido al del teléfono, para que firmes digitalmente.
De esta manera, ya nadie se lleva los bolis de la entidad.
El cajero físico, después de realizar una operación, te dice que pongas la libreta al día en el cajero automático.
Hasta ahí, muy bien. Cuando hay una cola de gente que tiene que hacer diferentes transacciones, es incluso, hasta lógico. Pero cierta vez, llego al banco a cobrar un cheque, y mientras realizo la transacción, el cajero ( físico ) , no paraba de hablar de la próxima despedida de soltero que tenía el fin de semana…
Realizada la transacción, me dice, que ponga la libreta al día en el cajero automático. Me negué rotundamente. ¿ A ti, para qué coño te pagan ?
Haz tu trabajo, y haz el favor de atender correctamente al personal. Me suda la polla, el regalito que le vayas a hacer al novio el día de la despedida.
¡ Manda cojones !, que uno tenga que aguantar a este tipo de gente.
Se habrán creído, que están por encima de los demás.
Eso, sin contar, que entras en la entidad, y te tienes que meter en una cabina, en la que una sensual voz de mujer te dice, que dejes tus objetos metálicos en la caja de seguridad, antes de entrar.
¡ Ahora caigo !. No necesitan metal. La calderilla no les sirve adecuadamente.
Lo que necesitan de ti, son tus billetes.
Otro día, voy a pagar un impuesto -que no me da la gana domiciliar- , y veo a un cliente que sale con una toalla ( en invierno ). Me dije :
Tronco, ¿ monto el pollo o paso ?. Total, estamos en invierno, y paso de toallas. El cupo de toallas para este año, ya lo tengo cubierto.
¿ Y los calendarios ?
Antes -si llegabas pronto- te daban un calendario del año siguiente.
Se pueden meter el calendario, sus cajeros tanto físicos como automáticos, y sus toallas por el culo.
