Más quisiera cualquier país, tener un
presidente del gobierno que fuera una patata, como el que tenemos aquí.
Afortunadamente, una gran mayoría absoluta
del país, escasamente el 28% de la población, votó a una patata.
Una patata, que balbucea, que dice, que de
repente la ponen en una pantalla de plasma, y para los que la votaron, debe ser
una especie de orgasmo, ver cómo una patata habla.
Es acojonante, ver una patata que habla. Y
lo que mas sorprende, es que muchos se quejan de que la patata no hable más a
menudo.
¡¡ Coño !! Que es una puta patata…¿ qué
queréis ?.
Tiene lógicamente sus defectos, y es que es
difícil discernir lo que dice una patata.
Un día dice una cosa, y otro día hace otra
cosa distinta. Y es que el mundo de las patatas es mas complicado de lo que
parece…
Hay una patata, con cara de patata y cuerpo
de patata, de las auténticas, de las que vienen muy bien como guarnición de los
codillos, que por lo visto habla bastante peor, pero la patata de aquí, se
entera bien de lo que le dice.
¿ Pero qué queremos
?.
Demasiado que tenemos patatas que hablan.
Y si tienes unas patatas en tu casa : ¿ le
pides una opinión, o cómo salir de la crisis, por ejemplo ?.
Voy a preguntar a las que tengo en la
cocina, a ver qué me dicen. Ahora vuelvo.
Después de consultar con las patatas del
cajón de las patatas, no me han aclarado nada.
Eso sí, cuando ya me iba, he escuchado un
breve murmullo, pero ha sido muy breve.
Supongo que eso será la oposición de las
patatas, que hacen paripés entre ellas, para no llegar nunca a nada…
Creo que voy a pasar de comer patatas.
Prefiero los pimientos morrones.
