sábado, 25 de agosto de 2012

Todo calentito, uohuohuoh...

    Prácticamente, a cualquiera que preguntes en la panadería de tu barrio, sobre el inicio de la crisis, te dirá que empezó en 2008 a finales. Lo recuerdan, porque quien más, quien menos, sino lo ha sufrido en sus carnes, lo sabe por algún familiar, o por alguien cercano.
    Ahora se pretende crear culpables. Alemania es la culpable.
    Sí, tienen razón. Hay otros países que también la tienen, independientemente de los gobiernos que han tenido, y tienen.
    Aquí, no hay culpables. Solo tiene uno, que observar, que unos,  aprovechándose de los desfalcos que se podían hacer, se lo llevaron bien calentito, y otros que durante la época de vacas gordas -tipo Merkel- también se lo llevaron calentito, no se pusieron colorados en absoluto, cuando las vacas ( en España ), dejaron de engordar, y se quedaron a la mitad.
   Ahí, no tuvieron el más mínimo sonrojo en despedir a todos los que habían estado trabajando para ellos.
   Empresa en quiebra, divorcio al canto, y la putita nueva que se habían echado en su nueva cama de agua, abrió la puerta de su nueva casa, y no regresó jamás.
   Supongo que se matará a pajas a día de hoy, pero sin coca, también supongo que ni se le pondrá como se le tendría que poner. Ya no hay para Viagra de la buena.
   Mamarrachos aparte, lo cierto, es que nos han metido en un berenjenal difícil de tolerar.
   Y todo, bajo la consigna de la " Herencia Recibida". Esto último creo que lo van a proponer en el Catecismo del curso siguiente.
   Luego viene también lo de que " No hay otra alternativa ".
   Yo recuerdo la Europa de las 2 velocidades.
   Nosotros estábamos en la Segunda División. Y nos hicieron creer después, que habíamos ascendido a   Primera División, e íbamos a ganar la Champions League.
   A partir de ahí, cualquiera se podía desgravar 400 pavos en su declaración de la renta.
   Se podían desgravar 2.500 pavos, todas las mujeres que tuvieran hijos.   Independientemente de la renta que tuvieran. Era igual una parturienta de La Moraleja, que una en la Cañada Real, que por muy real que fuera, no es más que una zona chabolista ( la gente de mal ). La gente de bien, con sus nuevos retoños compraban el carrito Armani con los 2.500 pavos.
   Se despilfarró, lo habido y por haber. Habíamos llegado a la Primera División de la Champions.
   Luego llegaron " Los Otros", y ya que ellos no habían despilfarrado nada, -pero en las comunidades en las que gobernaban-, se demostró que eran ellos los que despilfarraban, los de antes  también, se lo llevaban más calentito aún, sin responsabilidades, sin juicios , ni nada. Todo calentito. Aquí, todo el que pudo, despilfarró todo lo que le salió de sus gónadas.
    Esos son los auténticos culpables de la otra típica frase : " Que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". Y la repiten como un mantra.
   ¿ Quién cojones ha vivido por encima de sus responsabilidades ?. Respuesta : Los que han podido. Gracias a que los que lo han hecho, no han tenido responsabilidad alguna. Ni juicio alguno.
   Es lo mismo que tener 600 políticos, y que tú seas el padre de todos ellos. Tú pagas por lo que hacen, ya que eres el padre y el responsable de todos sus desmanes. Luego dicen que No al aborto, pues  ¡ no te jode !.
   Hace poco, murió  "Un Padre de la Democracia". Peces Barba.
   Yo también soy Padre de esta "democracia". Me la estoy comiendo con patatas -eso cuando llega para comprarlas-. Y mis "hijos, los políticos" no hacen nada por sus padres, ni por sus nietos.
    Después está por ver, si llegaremos a un nivel de "HASTALOSHUEVOS" tal, que digamos ¡ BASTA!.
   Nadie lo dice, pero nos echaron de la Segunda División, y estamos en tercera preferente.
   Y con lo chungo que es subir un solo escalón…
   También está por ver, si los políticos de este país asumen sus responsabilidades, y se dejan de tantos padres de la democracia. Son lo suficientemente maduros, para comerse sus propios marrones, o dicho de forma suave, de atender a sus responsabilidades. El pueblo, está hasta los cojones de tanta mierda y de tanta injusticia.
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