Cuando se realizó el cambio de pesetas a euros, empezó a salir dinero, de debajo de las piedras. Aún hoy, siguen quedando muchos millones de pesetas guardados debajo de algún colchón.
No sería necesario hacer un cambio de moneda, pero sí, de cambiar el color de los billetes. Los céntimos quedarían anulados. Los billetes de 5 euros, pasarían a ser de color rojo. Los de 20, de color verde. Los de 50, de color azul, y los de 100, 200, y 500, habría que canjearlos obligatoriamente, ya que ni en bolsas de basura, ni debajo del colchón, ni incluso en paraísos fiscales iban a tener ninguna validez.
De lo que se trata con esta medida, que debería ser obligatoria cada dos o tres años, es de que el dinero se mueva, que circule, que el dinero que no circula, no cumple su función.
