miércoles, 28 de marzo de 2012

El transistor

   En los años 80, en las tardes de domingo, se solía ver a las parejas mayores, con el marido ataviado con un transistor, pegado a la oreja, y a su mujer viendo tiendas.
   Mientras el marido iba escuchando los resultados de los partidos, su mujer le solía preguntar:
   Alberto, o Manolo, o Pedro, o Pascual o….
¿ qué te parecen estos zapatos ? . ¿ Y ese bolso color canela ?.
   Alberto, Manolo, Pedro o Pascual estaban mas pendiente del córner, o de los últimos resultados que le podían dar la eterna felicidad. La felicidad de acertar una quiniela, para poderle comprar a su mujer, tantos bolsos o zapatos que quisiera, o del color que le apeteciera. Así, domingo tras domingo.
   Eso era, de cuando los matrimonios hablaban.
   Luego ya llegó el tema del móvil y posteriormente lo de ir hablando por la calle, como ir hablando solo.
   De ahí, a que a los recién nacidos les coloquen un chip en la sien, va un paso.
   Imagino que al paritorio, acudirán los servicios de guardia de las principales operadoras, ofreciendo una tarifa plana" paratodalavida" , por un módico precio, sin establecimientos de llamada, y mensajes mentales ilimitados.
   Tampoco habrá mayor problema, si con el tiempo al niño le apetece cambiarse de compañía. Un par de electrodos conectados en la cabeza 
( indoloros, por supuesto ) y le mantendrán su número de persona, junto con las nuevas ventajas asociadas.
   El en fondo, será una ventaja, no como actualmente, que están día sí, día también, intentando que te cambies de compañía llamándote a la hora en la que estás mas off.
   Mejor no pensar, dónde habrá que conectar el módem.
   Ojo, lo que avanzan las compañías desde la Era del Transistor, hasta hoy.