lunes, 28 de febrero de 2011

Política de parches.

   Parches, parches, y más parches. Todos los días sí, y otro día también, salen nuevas normativas realizadas por el gobierno que nos ha tocado sufrir.
   Un día deciden cambiar la velocidad máxima en autopistas de 120 a 110 kms/hora. Dicen que será una medida provisional ( que habrá que aclarar el índice de provisionalidad que tiene la ley...). El día anterior deciden rebajar la velocidad en ciudad de 50 a 30 kms/hora, en calles de un solo carril, para aumentar la seguridad de los peatones, y en definitiva, rebajar así nuestra dependencia exterior del petróleo.
   Ahora salen, con que hay que rebajar a la mitad el alumbrado en las carreteras de acceso a las ciudades.
   Bajo el punto de la seguridad, debe ser que lo hacen, para que el alumbrado público, no deslumbre a los conductores.
   Son medidas completamente incoherentes, ya que al rebajar el alumbrado a la mitad, se reduce la seguridad también en un 50%.
   Mucho hablar de Investigación y Desarrollo, y resulta que en vez de haber invertido en alumbrado público, no ya solo para carreteras, sino del alumbrado urbano, se debería haber invertido en farolas fotovoltaicas, que captan durante el día la radiación solar, acumulando esa energía, y dando esas prestaciones por la noche.
   La inversión real, es grande indudablemente, pero a largo plazo, la ganancia es total, ya que producen más de lo que consumen. Y por extensión, habría que decir, que una gran parte de esta fabricación, se produce en España, y por empresas españolas. Con lo cual todo quedaría en familia, y no habría ya que rebajar la velocidad en autopistas, defendiendo el ahorro en petróleo, cuando el ahorro real está en los atascos de las ciudades, si se hubiera promocionado a tiempo, la construcción de coches eléctricos. Este tipo de tecnología ya era viable antes de la crisis. En vez de haber hecho el Plan Renove, que lo hubieran hecho solo para coches eléctricos, a la vez que se hubiera creado una buena infraestructura, para que los coches se pudieran recargar.
   Todo el parque de farolas de alumbrado se podría haber cambiado, y pasado a farolas fotovoltaicas, no solo para el ahorro real en el futuro, sino también a prueba de los "amigos de lo ajeno", ya que este tipo de farolas, no cuentan con cableado interconectado entre ellas. El ahorro de cobre, como se puede comprobar, suple con creces la inversión en este tipo de farolas. Los acumuladores empleados son antirrobo, con lo cual los ladrones de cobre ( tan de moda actualmente ) se tendrían que llevar la farola entera, con lo cual, la dificultad del robo les haría prácticamente imposible llevárselas.
   Conclusión :  se pueden hacer buenas políticas de desarrollo, y de futuro, pero la desidia, los intereses, y las políticas de parches en este país, mientras que sigan siendo la costumbre, no habrá nada que hacer.
   Veremos las siguientes imbecilidades, que se les ocurren los siguientes viernes en el Consejo de Ministros.
   Parches, parches, y mas parches.