viernes, 25 de noviembre de 2016

Un rato en el bar



   Hoy, después del médico para mi mujer,nos hemos metido en el antiguo bar que siguen dando churros por la mañana. Solo que era por la tarde.
   Una vieja comiéndose una tostada con café con leche. Y ha entrado otro viejo, más viejo que ella y se ha pedido otro café con leche.
   El viejo, le ha preguntado al camarero que donde estaban los servicios.
   El camarero le ha indicado, y el hombre no se ha enterado.
   Le he indicado yo, que había que bajar abajo. El hombre me ha dicho que no, que para qué iba a bajar abajo. Yo le he dicho que seguramente sería no por no bajar, sino por no subir las escaleras.
   Poco tiempo después el hombre se ha ido diciéndome que en qué hora había entrado allí.
   Después y no sé como ha salido la conversación, la vieja ha empezado a hablar de que su marido murió hace 32 años, y no sabe cómo su hijo, pudo hacer la mili, siendo ella viuda y él, su único hijo.
   Yo le he dicho que también hice la mili, y que en su día, cualquier hijo único de viuda no la tendría que hacer. Ella me ha dicho que era cierto pero en un pueblo de Cáceres, pero que en Madrid, son otro tipo de mandos, y que la tuvo que hacer.
   Su hijo, al tener carnet de conducir, no vivió mal, incluso le enseñó a un tío de Sevilla, compañero suyo, a leer y escribir.
   Ya cuando ha empezado a marear, nos hemos ido. Buenas tardes señora, buenas tardes al camarero.
   Y llega la otra, ( creo que es la cocinera ), y dice que dónde está su coche.
   Que no sabe donde lo ha aparcado.

   El camarero le dice que si solo tienes poco más de treinta años… joooder.